NOTAS DELTANAS


 “El arte es el murmullo silente de la callada voz del espíritu que palpita en cada ser”.

Oscar Cedeño, fotógrafo y pintor de noches deltaicas


Vivir en este mundo y no maravillarse de las infinitas beldades paisajísticas que ofrece la madre naturaleza, es como condenar nuestro espíritu al sabor amargo de la tristeza;  la misión ineludible de un hombre  como Oscar Cedeño, un deltano que ha hecho de la pintura y fotografía su modus vivendi, un hombre que lleva el arte desde lo más profundo de su alma, tal como lo revela en sus propias reflexiones.


Por: Jesús Aníbal Cornejo
     Hombre sencillo, de buen humor y con algo de misticismo; así se nos presenta este artista plástico llamado Oscar José Cedeño, nacido hace cincuenta y cinco (55) años, en cualquier día del mes de marzo. La expresión cualquier día de marzo obedece a ese misterio que envuelve la personalidad de este fotógrafo y pintor de “noches deltaicas”, quien no quiso decir su fecha de nacimiento exacta, sólo informó que celebra su cumpleaños el día siguiente. Como todo ser humano, Oscar siempre ha estado impregnadode sueños, y desde muy temprana edad ha sentido inclinación por las artes visuales, algo que  se hace evidente  en el momento en que retrocede a su niñez y nos cuenta: “recuerdo que cuando tenía ocho o diez años jugaba a ser cineasta con un compañero  de calle Sucre que le decían Callito. Hacía dibujos sobre papel celofán, agarraba una caja de zapatos con un cuadrito recortado en el centro, le ponía el dibujo y luego proyectaba mi película con una vela que utilizaba como iluminación”.

Tres valores para nuestro Delta

     Fue pasando el tiempo, cambió la vela por una linterna, ya que un día se le incendió la cajita de zapatos y los amiguitos estaban reclamando su “lochita” que habían pagado por la entrada a aquel cine improvisado. A los catorce  (14) años compró su primera cámara Halina, una camarita de plástico que le costó veinte (20) bolívares de aquellos tiempos; después logró adquirir su primera cámara de cine 8 mm, luego una Super 8 con sonido. De sus estudios académicos, nos cuenta Oscar que se quedó en la etapa de Bachiller, aunque realizó algunos cursos tales como Asistente del Ingeniero Civil en el Instituto Antonio José de Sucre, ubicado en calle Pativilca; talleres de dibujo y pintura  en el Centro Cultural Deltano, bajo la tutela del reconocido artista Tony Tong, y con quien fundó el “Taller Experimental de Artes Visuales Tucupita” hace veinticinco años. Recalca el entrevistado, que ha sido “un autodidacta por excelencia”, es miembro activo de la Asociación Venezolana de Artistas Plásticos AVAP, ha recibido reconocimientos de muchas  instituciones públicas del estado Delta Amacuro , entre los que se destaca la condecoración Armando Reverón en su tercera clase otorgada por la Casa del Artista.


     Es Oscar Cedeño un hombre que no abandona a su compañera fiel, una cámara cuyas lentes han sabido captar y legar  para los presentes y posteridad, la belleza deltana en todas sus expresiones: de su fauna, de su paisaje, y por supuesto, de sus mujeres. En cuanto a esa especie de enamoramiento que siempre ha manifestado Oscar Cedeño hacia la tierra que un día de marzo lo vio nacer, salió de su alma una expresión que tal vez sirva para explicar su pasión:“Me gusta pintar las noches deltaicas, creo que el Delta es mágico en cuanto a eso”. De sus secretos como fotógrafo, resalta lo siguiente: “antes de presionar el disparador de la cámara hay que componer la escena; eso también me ha servido para plasmarlo en la pintura”; mientras deja relucir su orgullo al informar que sus obras están presentes en más de siete países. Pero para aquellas personas que no pueden disfrutar directa y personalmente de las obras pictóricas y fotográficas de este artista deltano , se les invita utilizar la tecnología de la internet y buscar los más de 200 videos que tiene Oscar en YouTube y los cuales han sido “visitados” más de 100.000 veces, hasta el momento.
     Estaba a punto de concluir el conversatorio… pero Oscar, como todo ser honesto con él mismo, no quiso dejar pasar la oportunidad sin agradecer públicamente al “Indio” José Inés Rodríguez,  uno de los primeros fotógrafos y periodistas de cine”; y cierra con el comentario: “para mí fue un maestro, él me ayudó a descubrir el arte de la fotografía”.

0 comentarios:

Publicar un comentario